Fragmento del texto "Tocata y Fuga" realizado por la historiadora: Ana Palermo en base a la última serie de Carolina Ferrari

Las Figuras

Las obras que Carolina Ferrari exhibe en “Entrelíneas Pentagramazas”pertenecen a un conjunto de su última producción. Las mismas son autorreferenciales y ponen de manifiesto un interesante diálogo entre las dos disciplinas en las cuales se formó: La música y la pintura. Las obras están trabajadas con técnica mixta, “pegando las partituras originales de sus libros de estudio, en las cuales se leen las correcciones que hace unos 15 años escribían sus maestros”.
El conjunto está compuesto por figuras femeninas fragmentadas y otras trabajadas como retrato/autorretrato.

Las Claves

Se cuenta que el pentagrama resolvió los problemas de representación gráfica de la música. Carolina, resuelve sus discusiones con esta última por medio de la representación plástica. Es así que las partituras musicales utilizadas como materia de trabajo en su obra, son asimismo las formas presentativas de ésta, introduciendo entre ellas un juego dialéctico entre lo real y lo simulado. Porque si bien el carácter representativo es propio de la imagen, la partitura da a esa imagen un estatuto de realidad. Hay algo de lo real que se ha metido en la pintura
Así, los cuerpos envueltos, cubiertos o exhibiendo las partituras son el sustrato o la forma que contiene a la materia. Es interesante señalar, que tanto la música como los cuerpos coinciden en un sentido: ambos necesitan ser tocados.
El cuerpo se transforma en el instrumento, en el canal, en el puente, en un mediador entre el ojo y el oído que, al tocarlo, emitirá algún sonido, traducido a su vez en imagen. Quién puede negar que no se oye el LA de andante con moto?
Otras obras hacen foco en los rostros, excusa que Carolina utiliza para abordar el trabajo del autorretrato. Los tres retratos/autorretratos evidencian casualmente vestimentas típicas de tres períodos importantes nos solo para las artes plásticas sino también para la música. Las mujeres en cuestión lucen típicas gorgueras barrocas, perfiles renacentistas y puntillas románticas.

Los Silencios

Sin embargo, aventaja la pintura a la música a causa de que no perece al instante de su creación, sino que en su ser se mantiene, enseñándote aquello que es sólo superficie como si tuviera vida. (Leonardo Da Vinci)

Las obras de Carolina establecen un recorte, una selección sobre qué ver.
Hay algo por fuera de lo visto que intriga y acecha. Qué historia se cuenta entre lo visto y lo sugerido? Los rostros faltantes en los cuerpos fragmentados generan ese desconcierto. Cuál es el gesto de esa acción? Qué sucede por fuera de ese recorte, de ese momento? Qué sucederá después? A qué tiempo hacen referencia las obras? El conflicto aparece en el cuerpo fragmentado, un conflicto entendido como acción que se hace carne en el vacío, en la falta, y sin embargo es constitutiva de la imagen. Como los silencios en la música, y como los olvidos en la memoria, es ese vacío el que permite el movimiento; claro que en la pintura Carolina entiende que ese silencio – vacío generador, es menos fugaz que en la música.
Cada una de sus obras semeja la idea de un momento detenido en constante devenir, tal como lo muestra el metrónomo, queriendo medir la duración del instante.
Mientras que para la música a veces el silencio es un descanso, para las pinturas de Carolina el silencio es tensión.
La noción de instante puede a veces detenerse en la pintura, algo que suele ser más difícil en la música. Esa captura suele fugarse en esta última, en cambio la pintura es capaz de preservar el instante actualizándolo una y otra vez.

Carolina Ferrari
1-"Arpegios"
técnica mixta 80x100cm 2009
colección particular
2-"Con espressione"
técnica mixta 60x80cm 2009
colección particular